La madurez en las personas exige una vida activa, que permita asegurar la autonomía en las personas mayores. El envejecimiento, sumado al momento concreto de la recuperación de una enfermedad o lesión, son los desencadenantes que conducen a la inactividad.

En Espai Vital defendemos siempre una lucha constante contra el dolor y los estados crónicos que acaban por dejar a nuestros seres queridos postrados en la cama o el sofá.

No aceptamos que una dolencia marque el estilo de vida de nuestros pacientes y nos asociamos con ellos para un trabajo constante: unos tratamientos que benefician la motivación y la autoestima personal, además de la mejoría en la movilidad.

Y es que la fisioterapia geriátrica es un complemento esencial a la hora de tratar diversas enfermedades propias del envejecimiento, previniendo y tratando las patologías habituales, proporcionando así la posibilidad de envejecer con calidad de vida.

En pocas palabras, trabajamos por disminuir el dolor, mejorar la funcionalidad articular, la fuerza y la flexibilidad.

Y, consecuentemente, mejoramos el ánimo y la ilusión por vivir de las personas, verdadero motor del estado físico y mental de cada uno de nosotros, tengamos la edad que tengamos.